14 feb 2010

Después de un año en blanco...


La ilusión, las ganas y la constancia dieron sus frutos. La Cruz de Mayo se realizó gracia a estos componentes, que sin duda se derrochaba en los chavales que hicieron que ese sueño se hiciera realidad, desde los capataces, hasta el último padre o miembro de la junta que nos ayudó a encajar cualquier pieza.

Este evento creció a la par de todos los que participamos en 2007 y repetimos. En esta última edición llevamos un cortejo en el que participaron los componentes del Grupo Joven y jóvenes del municipio. También como principal novedad, llevábamos acompañamiento musical, a cargo de la Agrupación Musical San Idelfonso de Mairena del Aljarafe.

Los ensayos comenzaron un mes antes, desde la nave de nuestro hermano “Bastián” en la barriada, al que le queremos agradecer desde aquí toda su ayuda. Con muchísima ilusión, comenzamos a hacernos los costales, que aunque para nosotros era el mejor, los mayores nos daban su último toque.

Y ensayo tras ensayo, llegó el ansiado 16 de Mayo. El sueño se cumplió. Nos estábamos haciendo los costales, ajustándonos las fajas, preparando el cortejo y encendiendo las velas del paso. Los tambores que se escuchaban venir a lo lejos hicieron que nos despertáramos del sueño, porque era una realidad.

Tres toques de martillo llaman a los costaleros a sus puestos. Se respira un cierto aire de nerviosismo, hasta que se escucha la voz del capataz llamándonos, y todo comenzó. Cuando el himno sonó ya todo era tranquilidad y dedicación a disfrutar y a hacerlo lo mejor posible.

En tan sólo unas horas, ya estábamos de vuelta. El sueño se había esfumado como el humo del incienso entre la gente. Sonaba la popular marcha “La Saeta” y el paso reviraba de nuevo hacia la casa hermandad. Revirá lentita, que era la última y hasta el año que viene.

Ya dentro, se escuchaba en el murmullo “ahora cuando salgan, se van a abrazar como los costaleros grandes”, y así fue, pero es que somos costaleros grandes, no en edad o tamaño, pero sí en espíritu.

También desde estas líneas, quiero animar a los jóvenes de nuestra hermandad y de nuestro pueblo a participar de nuevo en este 2010, y hacer que las Cruces de Mayo se conviertan en una tradición más en nuestro pueblo.

A los jóvenes…

Después de estos largos años, un nuevo ciclo empieza ahora para este nuestro Grupo Joven. Sin olvidarnos de lo anteriormente acontecido, de los miembros que han trabajado y por motivos personales tienen que abandonarnos, de proyectos como: teatros, belén viviente, convivencias, etc, y de personas que nos han ayudado en nuestra formación como jóvenes dentro de la hermandad y que por un motivo u otro no están con nosotros actualmente. Pero nuestra labor sigue, no acaba aquí, hay que seguir trabajando, tomar el relevo, e intentar superarnos cada día. Para ello contamos con una nueva Junta, un nuevo Diputado y fuerzas renovadas, que son los ingredientes esenciales y necesarios para alcanzar todas las metas que nos marquemos.

Desde pequeños nuestras familias nos amamantaron de hermandad, y todos los valores que esa palabra engloba; más tarde, nos enseñaron el verdadero significado de ser “soleaero”, amar y venerar a la Virgen de la Soledad y el Stmo. Cristo del Amor…

Ahora es tiempo de trabajar y transmitir este conocimiento ya asimilado; es tiempo de vivir la Semana Santa de manera diferente, de formar parte de una gran familia; es tiempo de aprender y curiosear en este gran mundo que se esconde detrás de cada Viernes Santo.

Queridos jóvenes, os aseguro que la sensación que se vive el Viernes Santo es indescriptible, y más aún cuando ves la cofradía en la calle y eres consciente de que has sido participe de muchos de los preparativos que se han llevado a cabo durante todo el año.

Por eso, os animo a compartir este sentimiento viniendo a formar parte de este tan buen grupo de jóvenes, del que estamos cada vez más orgullosos y que trabaja cada día codo con codo bajo un mismo sentimiento, el amor a nuestros titulares, que es lo que fundamenta el compromiso al que nos sometemos.